Aigües Mortes

Aigues Mortes, ciudad de historia.

Entrada a la Fortaleza de Aigues Mortes

El nombre de Aigües-Mortes proviene del latín Aquoe Mortuoe y se refiere a la época en la que la ciudad aún no existía y únicamente se encontraban en la zona marismas y pantanos. Toda la región costera desde Agde y Sète es una llanura litoral que antaño fue muy pantanosa y donde el poblamiento era muy reducido.

En 1240 el rey francés Louis IX buscaba precisamente abrir esa zona de su reino, recién ocupada, al Mediterráneo. De esta forma se ponía en contacto al reino con el Levante y sus grandes puertos, puertas para el comercio con Oriente Medio y Asía. En aquella época la costa no se situaba tan lejos y los brazos del Ródano permitían salir al mar y al mismo tiempo refugiarse de la piratería. Aigües-Mortes también será puerto de salida de los cruzados francos, de hecho, sería el primer puerto del Reino de Francia.

La aldea originaria pertenecía a un monasterio. Fortificado, el nuevo puerto se convirtió en ciudad real, exenta de impuestos, particularmente, los que grababan la sal, bien preciado en aquella época.

Murallas de Aigues Mortes.

De ese tiempo data la construcción de la carretera para comunicar el puerto y la tierra firme, por encima de las zonas pantanosas, que fue protegida por la Torre Carbonnière. Además para proteger la ciudad se construyó un gran torreón que pudiese albergar una guarnición, la Tour Constante, y después todo el sistema de murallas que contienen la ciudad vieja.

Con el paso de los siglos, la acumulación de limo y arena del Ródano y el alejamiento de la costa provocaron la pérdida de valor estratégico y portuario de Aigües-Mortes. En 1481, cuando la Provenza fue anexionada por el reino de Francia, el puerto perdió toda su importancia, siendo desplazado por Marsella y sobre todo Tolón.

Hoy la ciudad ha crecido pero sigue siendo un pequeño pueblecito de unos 7.000 habitantes. En verano, sin embargo, es difícil aparcar intramuros y los cafés y restaurantes, las pequeñas plazas y las tiendas de souvenirs están repletos. Cuidado. Es recomendable no entrar con el coche en la ciudad y aparcar en los aparcamientos adyacentes, indicados con P en el mapa.

Murallas de Aigues Mortes, ciudad medieval

El recinto amurallado

El estado de las murallas que encierran la ciudad vieja, es uno de los mejores de Europa para un recinto medieval. Construido en el siglo XIII como baluarte para la defensa del asentamiento, la muralla y sus veinte torres se extienden a lo largo de 1.640 metros, creando una ciudad cuadrada.

La torre de Constance sirvió de prisión ya desde el siglo XIV, primero para los Templarios, en 1307, después, durante las guerras de religión para los protestantes y en el XVII para los Camisards.

Algunas ideas de excursiones en la zona:

Las Salinas

Otra de las atracciones principales de la ciudad se encuentra fuera de la misma. Se trata de las inmensas salinas. Éstas se encuentran saliendo de Aigües-Mortes  (la Camargue) en dirección de la ciudad turística de Grau du Roi (Rive gauche). Explotadas desde la época romana, hoy todavía las montañas de sal (camelles) se alinean en el paisaje llano y atestiguan la permanencia de una actividad agrícola relativamente respetuosa con el medio ambiente.

Las salinas de d’Aigües-Mortes, producen cada año 450.000 toneladas de sal, recogida una vez por año, a finales de agosto o septiembre. La sal, naturalmente blanca, es muy sabrosa y merece el precio que cuesta. Si pueden, degusten cualquier marisco aderezado con los trocitos de flor de sal (Fleur de sel de Camargue) y disfruten.

Salinas de la Camarga provenzal.

Además de la parte gastronómica e histórica, las salinas son lugares de nidificación para miles de aves migratorias. La diversidad de la salubridad y la ausencia de poblamiento humano ofrecen un entorno apacible y alimento abundante para muchas aves que nidifican o hacen de las marismas una escala en sus largos viajes entre África y Europa.

Los amantes de las aves podrán disfrutar de un entorno privilegiado a dos pasos de las playas (muy recomendable la playa de L’Espiguette, junto a Grau du Roi) o el bullicio de Montpellier o Marsella. Un Museo y una tienda ofrecen una visión general de la Salina y también productos típicos.

Que ver, que hacer en la Camarga.

Caballos camargüeses en las marismas.

La región de la marisma de la Camargue y la desembocadura del Ródano son conocidas por su rica fauna ornitológica. Y también por su ganadería de caballos, vacas y toros camargueses.