Vaison la Romaine es una ciudad perteneciente a la región de Provenza-Alpes-Costa Azul que no puede dejar de visitarse por su historia y por su belleza. Está situada en un lugar privilegiado entre los Alpes y el Mediterráneo, a los pies del Mont-Ventoux (el llamado «gigante de Provenza» con 1912 m. de altura), y en ella encontramos una rica variedad de paisajes, de colores y de esencias provenzales, de viñedos, de olivos y de lavanda. Rodeada por siete colinas (como Roma), Vaison la Romaine recibe las aguas del río Ouvèze, afluente del Ródano. Se encuentra a 30 km al noreste de Orange, a 56 km de Avignon y a 83 km de Nîmes. Aunque queda un poco alejada si están realizando una ruta por la Provenza y la Costa Azul, como no deberían dejar de pasar por Orange, Vaison la Romaine queda a un paso y vale la pena conocerla.
Cómo llegar a Vaison la Romaine
Por carretera
-Desde Barcelona, Narbonne y , por la autopista A9, salida Orange centro, pasando por Camaret, Sablet, Séguret..; dirección Vaison la Romaine.
-Desde Hendaya, pasando por Toulouse, y luego por Carcassonne, Montpellier y Nîmes.
-Desde París y Lyon, por la autopista A7, salida Bollène; dirección Vaison la Romaine, pasando por Suze la Rousse, Tulette…
-Desde Niza y Marsella, por la autopista A7, salida Orange centro y sur; dirección Vaison la Romaine, pasando por Jonquières, Violès, Sablet, Rasteau…
Por tren
Desde París, el TGV a Avignon, tarda sólo 3 horas. Y desde Barcelona, el talgo hasta Después, sería interesante alquilar un coche.
Por avión
Desde París, al aeropuerto de Marsella o aeropuerto de Avignon.
Desde Madrid, al aeropuerto de Montpellier.
Vaison la Romaine en la historia
Se encontraron vestigios de la muralla y de viviendas de la comunidad agraria de la Primera Edad de Hierro (s. VII a. C) en la orilla izquierda del Ouvèze, en la parte baja del promontorio rocoso. Aquí, donde está actualmente la parte alta de la ciudad, vivieron pobladores ligures y después celta-ligures a partir de la invasión de los Voconcios (de origen celta) en el s. IV a. V. Vaison la Romaine se llamará «Vasio voncontiorum», es decir, «Vaison de los Voconcios».
La extensión de «la Romaine» al nombre se realizó en 1924 para recordar el origen antiguo de la ciudad. Con la conquista romana, en el siglo II a. C., Vasio recibe el estatuto privilegiado de ciudad federada, lo que le da más autonomía que el estatuto de colonia, como Nîmes o Arles. En aquella época era una de las ciudades más importantes de la Galia Narbonesa entre Arles y Nîmes.
Los Voconcios bajan a la orilla derecha donde se va estructurando progresivamente la ciudad. El urbanismo comienza a partir de los núcleos agrícolas que se convierten en viviendas de ciudad tras la creación de vías de circulación y la edificación de grandes monumentos públicos en la segunda mitad del siglo I a. C.: teatro, puente, acueducto, termas...
Tras la caída del Imperio romano, Vaison se convierte en un centro religioso relativamente importante y allí tendrán lugar dos concilios. Hasta el siglo XII, la ciudad se desarrolla en torno a la catedral y el palacio episcopal, y sufrirá varias invasiones debido a los conflictos entre los condes de Toulouse y los obispos sucesivos. En el siglo XIII, la población busca refugio en el roquedal, a pies del castillo construido por los condes de Toulouse, convertido en propiedad papal. En este contexto prospera la ciudad medieval que subsiste hoy. Más tarde en el siglo XVII, algunos habitantes se instalan en la llanura. Por último, en el XIX, los habitantes vuelven a dejar el promontorio en razón de las necesidades de desarrollo urbano.
Emplazamientos arqueológicos en Vaison la Romaine
Vaison la Romaine nos ofrece una oportunidad de viajar 2000 años atrás gracias a los vestigios encontrados a partir de 1907 que hacen de esta ciudad uno de los yacimientos arqueológicos más grandes de Francia (en torno a 7 hectáreas), aunque una buena parte de la ciudad galo-romana (en torno a 60 hectáreas) duerme todavía bajo la ciudad actual. También está el puente de la ciudad, todavía en funcionamiento, y restos de inmensas y lujosas estancias galo-romanas.
El yacimiento arqueológico de Villasse
Este emplazamiento arqueológico se corresponde con un barrio rico y activo de la ciudad, con sus calles, tiendas y su conjunto termal. Tras esta animación urbana, había grandes estancias con sus patios interiores, que son un testimonio de la calidad de vida y del lujo reservado a la población acomodada.
La Calle de las tiendas
Esta magnífica calle es uno de los ejemplos más destacados del urbanismo de Vaison la Romaine. Se construyó con grandes baldosas calcáreas, dispuestas irregularmente para reducir el traqueteo de los carros que pasaban todos los días por allí; y constituye un eje norte-sur fundamental en la ciudad. Por el este se accedía a esta calle por una acera y al oeste por unos soportales que se adivinan por las columnas que servían de soporte a los edificios, y que servían a los paseantes para abrigarse en caso de mal tiempo cuando iban a hacer sus compras.
Los comercios son identificables por su disposición y por los espacios con ranuras donde disponían los puestos de venta. Por esta calle pasaban los habitantes de la ciudad antigua para ir a las termas. Este edificio ha desaparecido parcialmente, sólo son visibles la gran sala y las letrinas; la mayor parte se encuentra bajo el actual edificio de Correos. Más abajo, la entrada de la Maison du Buste en Argent se situaba entre dos tiendas.
La Maison du Buste en Argent (La casa del busto de plata)
Esta casa debe su nombre al descubrimiento del busto de plata de un ciudadano rico romano. Desde la calle de las tiendas en el este se llegaba al vestíbulo y después a un pequeño peristilo y a una sala. Detrás, se alineaban habitaciones y patios, creando una perspectiva de la sala noble hasta el jardín con pórticos. En el norte del vestíbulo estaba la cocina. Y en la parte oeste, había un jardín y un conjunto termal. En total, esta enorme casa llegaba a 5000 m2, lo que la convierte en una de las más imponentes casas de Vaison la Romaine.
El conjunto termal, destinado a los baños y a los ejercicios físicos, fue construido entre los años 10-20 d.J. Más tarde, durante el siglo I, fue perdiendo su carácter público siendo integrado a la Maison du Buste en Argent. Sus instalaciones estaban formadas por diferentes salas: salas frías, templadas y calientes que se calentaban por el aire que circulaba en el subsuelo y gracias a un hogar que transmitía el calor a los muros.
La Maison au Dauphin
Esta casa lleva el nombre de un pequeño delfín de mármol encontrado en ella. En el siglo I a. C, fue una granja, mientras que en el siglo II d. C su entorno era más urbano. La casa, ampliada y embellecida, estaba bordeada por calles al oeste y al norte. Desde la vía peatonal se llegaba a ella por una escalera rodeada de tiendas. Un atrio hacía las veces de vestíbulo y se abría a un despacho tras el cual se encontraba la parte privada de la casa: el comedor de invierno, las salas de recepción, el balneario…Al norte, las letrinas estaban al lado de la cocina. En los pisos estaban las habitaciones. Y, al sur, un gran jardín con un estanque.
El sitio de Puymin
La Casa de Apolo laureado
Esta casa lleva el nombre de la cabeza de un Apolo laureado, en mármol blanco, que fue encontrada allí. La casa ocupa 2000 m2, pero su extensión al sur se desconoce. La entrada se encuentra en la prolongación de una sucesión de habitaciones: comedor, sala de mosaicos y patio. En el corazón de la casa, una gran sala con suelo de mármoles polícromos daba al peristilo. Las entradas conocidas de la calle del teatro servían a las actividades domésticas: la cocina, un patio con letrinas y un abrigo para la madera.
La casa de Apolo laureado es uno de los vestigios romanos de Vaison la Romaine, ciudad considerada como uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de Francia.
La Casa de la pérgola
Esta inmensa casa de unos 3000 m2 se hizo a partir de una construcción modesta del siglo I a. C. En el siglo II, la domus tenía varios niveles. El gran patio ocupado por una pérgola donde estaba el comedor de verano y por un pozo daba acceso a una escalera que llevaba a la parte privada de la casa: salas, patio y termas. El sector norte estaba reservado a las actividades domésticas.
El santuario porticado
Este vasto monumento, parcialmente desocupado, era probablemente un lugar público con vocación de culto. Tenía un jardín porticado con un gran estanque y una construcción central. En el muro norte hay una sala con un pórtico, que por sus dimensiones y la presencia de un altar, nos indican que tal vez se trataba de un lugar de culto consagrado a un dios, a un emperador o a una personalidad local. Hoy hay allí estatuas del emperador y su esposa. Dejando el santuario por la escalera noreste, se llega a un barrio de talleres y de viviendas modestas.
El teatro
Se trata de uno de los primeros monumentos históricos de Francia, el teatro entro en la lista en 1862. Viollet-le-Duc lo incluyó en la primera lista. Es el testimonio de la prosperidad de la ciudad antigua de Vasio, es uno de los únicos edificios públicos que componía el conjunto monumental de la ciudad. Su construcción es probablemente del siglo I d. C., bajo el reino del emperador Claudio, aunque su decoración se enriqueció a principios del siglo siguiente.
El teatro de Vaison la Romaine se construyó en el flanco norte de la colina de Puymin, ya que poseía una masa rocosa y una pendiente propicias a tal instalación. Restaurado a lo largo del siglo III, el teatro fue probablemente utilizado a principios del siglo IV. Los historiadores creen que fue destruido a principios del siguiente cuando salió el ecreto de Honorius (en 407), que ordenaba la destrucción de las estatuas de las divinidades paganas.
A principios del Renacimento no quedaba del monumento más que dos arcos. Hay que esperar al siglo XIX para que vuelva a nacer el interés por el teatro romano de Vaison. Sus dimensiones y su estructura permitían acoger a 7000 espectadores. De la parte reservada a los actores, quedan vestigios del muro del escenario y las doce cavidades destinadas al mecanismo del cortinaje. Los bajos de este muro, tallados en la roca, no nos dan mucha idea del decorado monumental, pero sitúan bien las tres puertas por las que entraban los artistas a escena.
Actualmente, el teatro se está restaurando con el fin de proteger los vestigios antiguos; además se ha convertido en un magnífico lugar de espectáculo, donde se desarrolla el Festival de verano. Aunque si quieren conocer uno de los teatros romanos mejor conservados, no tienen que ir muy lejos, ya que se encuentra en Orange.
Termas
Los restos de varias termas son visibles en diferentes lugares de Vaison la Romaine: las termas al este de la rue dallée (site de la VIllasse), las termas del sur (del siglo II) en la orilla derecha del Ouvèze o las termas del norte, construidas a mediados del siglo I en 2000 m2, que son las que se conocen mejor. Por otra parte, las más antiguas (de 2300 m2) están dentro de la Maison du Buste en Argent.
Museo arqueológico
El Museo arqueológico de Vaison la Romaine es un museo moderno que se integra perfectamente en el entorno del emplazamiento galo-romano de Puymin. El visitante puede seguir un recorrido a la vez cronológico y temático. Se organiza en varios espacios: prehistoria, ciudad galo-romana, monumentos públicos, comercio y artesanía, religión, funerario y casa galo-romana. En cada espacio, los objetos se colocan con relación a su contexto para que los visitantes puedan imaginar cómo vivían nuestros ancestros. En el Museo arqueológico podemos encontrar objetos e inscripciones hallados en los yacimientos que nos ofrecen elementos de comprensión de la vida y la época antigua.
Las piezas más interesantes son las grandes estatuas de mármol de tres emperadores; pero también están las maquetas del teatro y de la Maison du Dauphin, objetos de la vida cotidiana, frescos y magníficos mosaicos encontrados en la Villa du Paon que nos dan una idea de los decorados increíbles de los interiores de la época.
La Catedral de Notre-Dame de Nazareth
De la ciudad antigua a la ciudad romana pasaron varios siglos. La organización urbana se superpuso a los vestigios galo-romanos, a menudo reutilizados para la edificación de nuevos edificios, como vemos con la catedral. Con la expansión del cristianismo, la ciudad se organizó en torno a su monumento más representativo, en la orilla derecha del río Ouvèze: la Catedral de Notre-dame de Nazareth. Construida en el siglo XI donde antes había edificios paleo-cristianos, su arquitectura es un bello ejemplo del arte románico provenzal.
Una de sus características es la presencia de vestigios antiguos reutilizados en su construcción. Pegado a la catedral, el claustro está formado por cuatro galerías que rodean el jardín con pequeñas arcadas agrupadas de tres en tres. Las columnatas tienen capiteles de hojas de acanto, aunque algunos son figurativos. Las habitaciones reservadas a los canónigos (refrectorio, dormitorio…) no existen actualmente.
Claustro de la Catedral de Notre Dame de Nazareth de Vaison la Romaine.
El barrio alto
El barrio alto de Vaison la Romaine es un lugar donde el visitante puede dar unos paseos muy agradables, ya que es una delicia pasear por esas callejuelas antiguas y pasar por esas plazas con fuentes del siglo XVIII. Además, hay también exposiciones, cafés y restaurantes. Para saber algo más sobre el barrio alto de Vaison la Romaine, les hablamos un poco de historia y de lo que pueden ver allí.
El barrio alto se organiza en torno al castillo, construido en 1195 por Raymond VI, conde de Toulouse, el cual quería afirmar su poder frente al obispo, señor de la ciudad medieval (en el valle). Se entra por una puerta fortificada del siglo XIV que domina la torre del Beffroi. En aquella época, desde el punto de guardia que estaba bajo la torre, se abría el gran puente levadizo que protegía la entrada. La ciudad protegida también por las murallas, se situaba en este promontorio y se organizaba de acuerdo a una trama irregular de callejuelas con edificios construidos en gran parte con materiales procedentes de construcciones antiguas y medievales del valle.
Las calles principales fueron acondicionadas para facilitar la circulación y el establecimiento de viviendas nobles y burguesas. No deje de visitar estas calles, ya que tienen mucho encanto, así como las plazas del viejo mercado y de la iglesia, donde puede admirar algunas mansiones más bellas de Vaison la Romaine. Como el hôtel Fabre de Saint-Véran, que hoy es un hotel, y posee dos marcos de puertas del siglo XVI muy bien conservados. Más lejos, la Chapelle de la confrérie des pénitents blancs está al lado de la casa de la familia de Taulignan y las casas de Montfort, ambas muy bonitas.
Siguiendo, el visitante pasa delante del antiguo obispado, acondicionado a finales del siglo XVI. En la Place de l’Orme, verá la Maison du Prévost du Chapître y la fachada de la Capilla Sainte-Constance. Para terminar, frente a la iglesia, situada en el extremo este del promontorio, se encuentra la estancia de los Blégiers. La iglesia-catedral de Vaison la Romaine, comenzada en la segunda mitad del siglo XV, fue transformada en diferentes momentos, aunque ahora está cerrada esperando su restauración. Sin embargo, se puede admirar su fachada, con piedras talladas de estilo jesuita, el techo de su campanario y los decorados medievales. A unos pasos de la iglesia hay una espléndida vista panorámica del valle del Ouvèze: se puede ver el barrio del puente romano, el río y el Mont-Ventoux.
El Castillo
En el siglo XII, tras el pillaje a que es sometido la ciudad por orden del conde de Toulouse, Vaison la Romaine pasar a formar parte del marquesado de Provenza que depende del conde de Toulouse. Este último se enfrenta al obispo, único dueño y señor de la ciudad desde 1108. Para afirmar su poder, Raymond VI ordena la construcción de la torre condal en madera y, más tarde, en 1195, en piedra. El castillo está compuesto por tres cuerpos flanqueados por una torre del homenaje, que rodean un patio interior. Los añadidos (almenas, atalayas y barbacanas) datan del siglo XV y confirman la función militar del castillo, que es más un puesto de vigilancia que una residencia señorial. A partir de 1791, el castillo es vendido a la comunidad de Vaison la Romaine.
El Puente romano
El puente romano de Vaison la Romaine, clasificado como «Monumento histórico» en 1840, es uno de los más grandes de la Provincia narbonesa (su arco tiene una abertura de 17 m y 9 m de ancho; además tiene cinco arcos y se apoya en el roquedal). Fue construido en el siglo I. d.C., y es uno de los únicos puentes romanos que todavía se utilizan en la actualidad. Antes tenía un rol estratégico, ya que era un lugar de paso obligado que servía de puesto de peaje en la época del conde de Toulouse. Además de que, en la época romana, el río Ouvèze tenía un papel importante de arteria de comunicación. En el siglo XV, fue, más que nada, un puesto de vigilancia. Hoy es uno de los monumentos más característicos de la ciudad de Vaison la Romaine.
Les Dentelles de Montmirail: vistas panorámicas.
Las llamadas Dentelles de Monmirail se componen de acantilados calcáreos de poca altitud, por lo que son fácilmente accesibles al visitante. Constituyen un auténtico punto desde donde podrá admirar la vista panorámica, desde el Mont Ventoux hasta el Ródano. Es un lugar muy apreciado por los amantes de la escalada.
Vino y artesanía
En la región donde se sitúa Vaison la Romaine, el vino representa una actividad muy importante y le da al paisaje una belleza singular, con impresionantes extensiones de viñedos. Son vinos de denominación de origen Côtes du Rhônes, como el Gigondas o el Vacqueyras, y también vinos dulces como el muscat de Baume de Venise o el Rasteau, un tinto hecho con uva garnacha. Además hay muchas bodegas donde el visitante puede catar estos vinos diferentes a los españoles.
Por otra parte, también se pueden visitar los talleres de cerámica, las tiendas de telas provenzales y el llamado santonnier de Séguret que realiza imágenes de santos. Sin olvidarnos de todos los productos relacionados con los olivos y la lavanda, grandes protagonistas del paisaje provenzal.
La Provenza ofrece servicios de alquiler de coche y reserva de alojamientos en hoteles en Vaison-la-romaine.