No pueden viajar la Provenza y la Costa Azul sin visitar los típicos mercados provenzales, que tienen lugar todas las semanas en cada una una de las ciudades y pueblos de esta bella región. Los productores y artesanos locales montan unos puestos magníficos, cuidando los detalles y realzando la belleza y la calidad de unos productos que despiertan nuestros sentidos. Los mercados provenzales pasan de esta manera a ser algo más que lugares de compra-venta; son un escaparate para los visitantes, lugares de interés turístico que han pasado a formar parte del patrimonio provenzal. Pasear por cualquiera de los mercados de Provenza constituye un auténtico placer, toda una aventura en la que uno se lanza al descubrimiento de un mundo lleno de colores, esencias y aromas, de la más bella artesanía, de los más deliciosos productos de la tierra.
Visita guiada a los mercados de Provenza
Si desean visitar los mercados provenzales en una ruta guiada, aquí tienen más información y pueden hacer su reserva. Hay visitas a mercados desde Aix-en-Provence, desde Marsella y desde Aviñón. También hay un tour gastronómico al mercado provenzal de Aix-en-Provence.
Lista de mercados provenzales
La mayoría de los mercados provenzales se instalan por las mañanas en el casco antiguo del pueblo o ciudad, invitando al ciudadano y al visitante a descubrir el patrimonio monumental y cultural del lugar. Pueden dedicar el día a conocer magníficas ciudades como Aix-en-Provence, Orange, Aviñón, Marsella, Niza, Cannes,…o pueblos como Saint-Rémy-de-Provence, Uzès, Sault, Vaison-la-Romaine, Apt, l’Isle-sur-la-Sorgue,…, descubrir y admirar sus monumentos, pasear por sus calles y, al mismo tiempo, internarse en alguno de los mercados más bellos de Francia, pararse en los diferentes puestos y apreciar el gusto y el refinamiento con el que han sido montados y decorados, degustar los productos de la región, charlar con los artesanos y los productores locales, sentarse en una terraza a disfrutar del ambiente animado de un día de mercado.
Los mercados provenzales son todavía más atractivos en primavera y verano, ya que comienza a haber productos de temporada que llenan de colores y aromas los diferentes puestos: frutas propias de la estación (espárrago, fresas garriguettes o las fresas de Carpentras, los melones de Cavaillon, albaricoques, cerezas, sandías, higos, aceitunas verdes y negras, tomates, calabacines,…), quesos de cabra tradicionales (recuerden que las cabras permanecen una época del año descansando),…Sin olvidar las frutas confitadas de Apt, los calissons de Aix-en-Provence, el nougat de Sault, la trufa negra del Tricastin o los pescados de las zonas costeras. El colorido lo ponen también las telas típicas de la Provenza, así como la cerámica (destaquemos la de Aubagne o la de Saint-Quentin la Poterie); y los aromas, los productos a base de lavanda, el jabón de Marsella, el aceite de oliva o los vinos provenzales.
Además en esta época el tiempo es muy bueno, sobre todo en otoño y primavera, y la gente se anima a salir a la calle, llena las terrazas… La parte negativa es que tal vez en verano haya demasiada gente y los mercados resulten un poco agobiantes, sobre todo a ciertas horas. Intenten pues ir temprano por la mañana.
Los mercados provenzales son pues lugares de encuentro, de intercambio; espacios de convivencia que perpetúan la tradición de un comercio ancestral que resiste y destaca, por su encanto, por encima de las grandes superficies. Todavía constituyen un medio esencial de aprovisionamiento en productos frescos y especialidades provenzales. Y el hecho de que se instalen en pleno centro de pueblos y ciudades con un patrimonio monumental importante, contribuye a hacerlos todavía más atractivos.
Productos típicos de los mercados provenzales
La Provenza tiene una gran riqueza en sus tierras: viñedos, olivares, plantas aromáticas de la garriga, huertos de las praderas, frutas y verduras tempranas, pescado del Mediterráneo, …y los mercados de Provenza son un reflejo de esta producción: ricos, coloridos, perfumados y animados. Aquí les presentamos los principales productos que podemos encontrar.
Vinos de Provenza
Conocidos y apreciados desde la Antigüedad, empezando por los Côtes-du-Rhône, los Côtes-de-Provence son conocidos sobre todo por el rosado. Para saber, diríjanse a nuestra página dedicada a los vinos de Provenza.
Châteauneuf-du-pape: vino fuerte y complejo, que acompaña perfectamente a la carne y a los quesos.
Muscat de Beaumes-de-Venise
Bandol: más sabroso envejecido.
El Vacqueyras y el Gigondas: afrutado (cereza y ). Más saboroso envejecido.
Más información: Vinos de Provenza.
Licores de Provenza
El Pastis: típico de Marsella. Compuesto por anís, alcohol de 90º, y aromatizado con vainilla y canela.
La trufa negra del Tricastin
Aceite de oliva
En la Provenza hay cinco aceites con denominación de origen (AOC): Nyons, Aix-en-Provence, Haute-Provence, Vallée-des-Baux y Niza.
Miel
Quesos de cabra
Picodon: queso de cabra tradicional de Provenza, fabricado artesanalmente y vendido directamente en los mercados provenzales.
Banon: queso redondo envuelto en hojas de castaño.
Brousse du Le Rove: queso fresco que lleva el nombre de un pequeño pueblo cerca de Marsella.
Tomes: quesos frescos que pueden encontrar por toda la región.
Dulces
Nougat: es una especie de turrón, típico de Montelimar.
Calisson de Aix
Navettes: galletas secas con forma de barca perfumadas con flor de azahar o anís. Especialidad de Marsella.
Berlingots de Carpentras: caremelos con forma de tetraedro.
Productos derivados de la lavanda
En los mercados provenzales también pueden encontrar diferentes productos derivados de la lavanda: aceites esenciales, jabones artesanales, saquitos olorosos, miel,…
Más información: campos de lavanda
Descubrir: Rutas de la lavanda.
Otros mercados provenzales. Los «videgrenier«
En la Provenza existen otro tipo de mercados muy pintorescos que también les recomendamos por su autenticidad. Se trata de los llamados Videgrenier o mercados de segunda mano, y de los Brocantes, mercados de antigüedades. Tan animados como cualquier mercado provenzal tradicional, estos mercadillos atraen durante gran parte del año (sobre todo en las estaciones menos frías), a un gran número de visitantes. Los Brocantes son mercados de antigüedades con puestos únicamente de profesionales. Pero vale la pena visitarlos, sobre todo aquellos interesados en productos antiguos.
Videgrenier significa literalmente: «vaciar el granero», lo que implica deshacerse de aquello que la gente tiene almacenado en casa y que ya no tiene interés en seguir usando, por lo que decide «reciclarlo». Los ayuntamientos o asociaciones de los pueblos y ciudades provenzales organizan videgreniers abiertos a todo el mundo, profesionales y particulares; los profesionales suelen vender antigüedades, mientras que los particulares, la gente del pueblo, vende objetos que ya no usan y que en muchos casos están en muy buen estado, a un precio en muchos casos irrisorio. Pueden encontrarse con auténticas curiosidades. Este tipo de mercados se instalan en pleno centro urbano, un emplazamiento ideal para atraer a visitantes del exterior que pueden así descubrir un rico patrimonio. Además, los videgreniers suelen ser muy animados, con música y un chiringuito donde la gente puede comer y beber, disfrutando del ambiente.
No es común encontrar actualmente en España este tipo de mercadillos, tal vez podamos tomar como referencia el rastro madrileño o Els Encants, en Barcelona, pero no están generalizados en todos los pueblos y ciudades, como seguramente lo estuvieron en otro tiempo. En la Provenza, y en toda Francia, los mercadillos de segunda mano y los mercados de antigüedades forman parte de la tradición, y podemos encontrarlos en todos los pueblos y ciudades de la geografía del hexágono a lo largo del año (excepto en invierno, a causa del frío).